En coche
Viajar en coche con el perro es lo más cómodo. No tienes que separarte de él ni un momento, y así tanto tú como él estaréis más tranquilos.
Lo mejor es acostumbrar al perro a montar en coche desde que es un cachorro. Así evitaremos que se ponga nervioso a la hora de hacer viajes más largos. Y también que se maree...
Recuerda que debes parar muchas más veces que durante un viaje corriente. El perro necesita pasear, hacer sus necesidades y sobretodo hidratarse!
Por ley los perros no pueden viajar sueltos en el coche. La DGT nos da estas alternativas:
- Si el perro es pequeño puede viajar dentro de un transportín.
- Hay cinturones de seguridad especiales para perros. Se colocan igual que un arnés, que luego se ajusta al enganche del cinturón del coche. Son tan cómodos como los cinturones para humanos (no mucho...) pero son muy útiles, y protegen a tu mascota en caso de accidente.
- Si quieres llevar al perro suelto tienes que colocar una red o reja entre los asientos delanteros y los traseros, o entre el maletero y los asientos. La cuestión está en que el perro no pueda acceder a la zona del conductor. Estos dispositivos son adaptables para casi todos los tipos de coche.
En avión
Para conocer todos los detalles lo mejor es consultar a la compañía aérea. Por lo general, si el perro pesa menos de 6 o 7 kilos, puede viajar contigo (dentro de un transportín, claro está!).
Si es un perro más grande tiene que ir en la bodega del avión. Este tipo de viajes son muy estresantes para el animal: dentro de la jaula, rodeado de desconocidos, viajando a oscuras con el equipaje.... Si no te queda más remedio, pregúntale al veterinario por algún tipo de calmante. En cualquier caso, asegúrate de que el transportín sea bastante grande y coloca un suelo absorvente.
En autobús
En los autobuses pasa lo mismo que en el avión. Es un medio de transporte muy poco recomendable para viajar con mascotas. Si el perro es un poco grande, tiene que viajar en el compartimento de equipajes con todo el estrés que eso conlleva para él: frío o calor, el tambaleo, el ruido... Si de todos modos decides hacerlo, fíjate bien en que las condiciones del maletero no sean extremas, ya que en ocasiones la propia calefacción del autobús, unida a la falta de ventilación, pueden provocarle a tu perro una muy desagradable experiencia.
En tren
El tren es más aconsejable, ya que generalmente el perro puede viajar con nosotros siempre que paguemos un 50% más en nuestro billete. En esta página de Renfe podréis encontrar toda la información necesaria para viajar con vuestra mascota en los trenes estatales.
Ahora que ya sabéis todo esto sólo queda decidir el destino, y a disfrutar!
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