Hasta ahora en este blog sólo hemos puesto entradas
sobre perros. Ya va siendo hora de que nos ocupemos un poco de los gatos!
A diferencia del perro, los gatos son
animales muy independientes, y no requieren de tantos cuidados. Por
eso, son mascotas ideales para gente que no dispone de tanto tiempo o
para personas mayores.
Hay quien asegura que los gatos son
esquivos, antipáticos o poco cariñosos. Nada más lejos de la
realidad! Quien tenga un gato ya sabe que eso no es así... Lo que
ocurre es que los gatos tienen un lenguaje diferente al de los perros
a la hora de expresar emociones. Si tienes un gato viviendo contigo
deberás aprender otro tipo de lenguaje para comunicarte con él.
Aquí os ponemos un video muy sencillito que explica algunas de las señales y claves del lenguaje felino:
A diferencia del perro, el gato no fue
domesticado a la fuerza, sino que entró en los hogares humanos
voluntariamente para obtener calor y alimento a cambio de mantener
los graneros libres de roedores. Esto fue en el Antiguo Egipto, y
desde entonces están con nosotros!
Otra diferencia muy importante es que
el gato no es un animal de manada, y por lo tanto no acepta las
jerarquías. Por eso a un perro se le enseña a partir de conceptos
como “macho alfa” o “jefe de la manada”, mientras que estas
técnicas nunca servirán para que tu gato te haga caso... Excepto el
león, que vive también en manada, todos los demás felinos, grandes
o pequeños, son animales independientes que cazan en solitario.
Para el gato el entorno es mucho más
importante que la relación emocional con el dueño. Está claro que
les encanta que les acariciemos la barriga o detrás de las orejas, y
nos lo agradecerán con ronroneos. Pero si quieres que tu gato sea
feliz, es mucho más importante que se sienta cómodo en la casa. Lo
mejor es crear un lugar especialmente para él. En este lugar podemos
poner su rascador (para que no desgracie el sofá!), juguetes que
cuelguen (que les encantan!) y este tipo de cosas.
Sin embargo, nunca coloques la caja de
arena para sus necesidades cerca de su zona de juegos o del sitio
donde se alimenta. Los gatos son bastante remilgados! Son animales
muy limpios, y aprenden rápidamente a hacer sus necesidades en las
“piedras sanitarias”. Pero si no mantienes la caja de arena limpia
e higienizada es muy posible que el gato muestre su descontento
buscando otro sitio donde desahogarse...
La zona donde le ponemos su comida debe
ser siempre la misma. El gato agradece mucho tener siempre agua
fresca y limpia. Por eso, no te extrañe encontrártelo bebiendo del
grifo que gotea si no le cambias el agua al menos dos veces al día.
En cuanto a su comida, elige comida específica para gatos. Las
sobras o la comida de perros no son adecuadas para ellos, ya que no
les aportan los nutrientes necesarios.
Por último, recordar que a los gatos
también se les cepilla y baña! Es fácil reconocer a una persona que vive
con gatos por la cantidad de pelos que hay en su ropa... Esto tiene
fácil solución: cepilla habitualmente al gato, especialemente si es
una raza de pelo largo.
Este video es el resumen de un documental súper interesante que habla sobre la relación entre los gatos y los seres humanos. Os recomendamos la versión completa. Podéis encontrarla en Youtube buscando "conexión felina"
Y como siempre os decimos, y no nos cansaremos de repetir, acercaos a Scooby si tenéis cualquier duda o consulta. Estaremos encantados de ayudaros!